Acción de Gracias en las Bodas de Oro de la Congregación de Dominicas del Rosario Perpetuo

Padre Dios, Fuente de todo bien:
de ti proviene toda bondad
y a ti pertenece toda obra buena.

Nadie es santo sin tu gracia,
nadie es fuerte sin tu Espíritu,
nadie es sabio sin tu Palabra.

¡Cómo nos has llenado de júbilo,
cómo nos has colmado de gozo,
cómo nos has inundado de gratitud!

En el umbral de oro de nuestra Congregación,
¿con qué lenguaje bendecirte?,
¿con qué cantos alabarte?

Oro serán nuestras almas,
si las lava la Sangre de tu Unigénito;
oro serán nuestras palabras,
si las unge el poder de tu Espíritu;
oro serán nuestras obras,
en la dulce abnegación de las Hermanas.

A ritmo del Ave María,
te pedimos, Señor de piedad:
concede a nuestras voces
fulgor de tu Evangelio;
no falte en nuestras casas
el resplandor de tu paz.

Y en el último umbral, oh Dios Eterno,
haz que mueran de amor nuestros ojos
anhelando la luz de tu Cielo.

Amén.