Bienes Invisibles

Tomás es un chico de siete años que vive con su mamá, una pobre costurera, en su solo cuarto, de una pequeña ciudad del norte de Escocia. La víspera de Navidad, en su cama, el chico espera, ansioso, la venida de Papá Noel. Según la costumbre de su país, ha colocado en la chimenea una gran media de lana, esperando encontrarla, a la mañana siguiente, llena de regalos. Continuar leyendo “Bienes Invisibles”

Aliento!

Cuando las preocupaciones te agobien y sientas que tu cuerpo ya no puede más, no te encierres en una idea solamente: desahógate, y piensa que en ese momento estás viviendo un instante de tu larga vida.

Y todos los problemas son circunstanciales y las circunstancias son igual que las olas: vienen y se van. La felicidad espiritual no consiste en borrar de la mente las preocupaciones ni olvidarlas; la tranquilidad espiritual consiste en la búsqueda constante de soluciones para nuestros problemas.

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No Te Detengas…

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

No te mires con tus ojos, contémplate con la mirada de Dios.

No pienses en lo largo que es el camino de tu transformación,

sino en cada paso que puedes dar para ser lo que Dios quiere que seas.

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¡No Te Metas En Mi Vida!

Esta frase caló hondamente en mí, tanto, que frecuentemente la recuerdo y comento en mis conferencias con Padres he hijos. Si en vez de sacerdote, hubiese optado por ser padre de familia, qué le respondería a esa pregunta inquisitiva de mi hijo? Esta podría ser mi respuesta:

HIJO, UN MOMENTO, NO SOY YO EL QUE ME METO EN TU VIDA, TU TE HAS METIDO A LA MÍA!!!

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Hermano, No Te Rindas

No te rindas, aún estás a tiempo de abrazar la vida y comenzar de nuevo, aceptar tu sombra, liberar el lastre y retomar el vuelo.

No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, abrir las esclusas, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

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Para Ser Feliz

HUMILDAD. Pide cuando te falta, pregunta cuando no sabes, despójate de la pretensión de ser el más listo, el más rápido. Despójate de la pretensión de ser perfecto y encontrar perfectos a los demás.

INCERTIDUMBRE. Bendice la oscuridad del futuro porque es muy probable que si vieras desde hoy todos las adversidades que pueden llegar a sucederte, quedarías paralizado. Cuando llegues a cada río, si te lo propones, encontrarás cómo cruzarlo.

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Paradojas De Nuestro Tiempo

Ahora tenemos edificios más altos, pero templos más pequeños; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos.

Gastamos más dinero, y nos gastamos cada vez más; compramos más, pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas, cosas más útiles y menos tiempo para usarlas.

Tenemos más educación y menos sentido común; más conocimientos y menos juicio; más expertos y más problemas; más medicinas y menos bienestar.

Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida; reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enfurecemos demasiado rápido; nos acostamos muy tarde, nos levantamos muy cansados; casi no leemos; vemos demasiada TV, y casi nunca rezamos.

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Nota

Se advierte al lector estar pendiente de los síntomas de Paz Interior.

Los corazones de muchas personas ya han sido expuestos a la paz interior y es posible que seres de todo el mundo puedan contagiarse en proporciones epidémicas.

Este fenómeno puede llegar a representar una seria amenaza a lo que ha sido,hasta ahora, una condición mundial estable de conflicto,violencia e injusticia.

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Las Pequeñas Cosas

Aprende a escuchar el valor de las pequeñas cosas, de los acontecimientos. Verás que todo habla, todo se comunica contigo.Con cada falta de delicadeza, hiero un poco a aquellos que me aman.

Con cada mirada de desprecio, alguien resulta golpeado.

Con cada perdón que niego, va un pedazo de mi egoísmo.

Con cada palabra áspera que digo, pierdo un pedazo de cielo.

Con cada omisión que practico, rasgo una hoja del Evangelio.

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