Carta a Kejaritomene

Dublín, 5 de Noviembre de 2004

Amigos de Kejaritomene,

Las cosas se han dado de tal manera que, si Dios no dispone otra cosa, pronto podremos vernos nuevamente. Así es su Providencia, porque todos recordamos que en cierto momento pareció que ni siquiera nos veríamos este año, y ahora resulta que nos vemos dos veces. ¡Sea para su gloria!

He visto avances notables en muchos Oratorios así como también hay otros que por dificultades interpersonales, conflictos de horario o decaimiento en el interés han dejado pasar los días sin casi reunirse. Hay también Oratorios nuevos que tienen buenas intenciones pero que apenas empiezan a descubrir las exigencias de tiempo y de empeño que Kejaritomene conlleva. Y hay el caso de personas que van encontrando otros espacios en la Iglesia para servir y para formarse y sin mucha despedida van dejando nuestros Oratorios.

Todas estas situaciones son muy humanas y muy comprensibles. Yo no me canso de pensar para mí mismo –y de decírselo a quien me lo quiera escuchar– que la existencia misma de Kejaritomene es un regalo, un don. Hay muchas cosas que podrían ir mejor y hay muchas cosas que vamos a mejorar, pero antes de abordar esos deberes es importante celebrar el hecho de existir y mirar con gratitud el camino que vamos recorriendo.

Después de dar gracias a Dios y de sabernos felices de compartir esta aventura dominicana, cada asociado y cada Oratorio tendrá que hacer su examen de conciencia. La labor de Amparo y Dorita es invaluable en este aspecto. Las visitas que ellas han comenzado a hacer pienso que darán un fruto muy grande porque su capacidad de escucha y sus sugerencias van a traer descanso a muchos y buena dirección a todos. Por eso les invito a que faciliten al máximo las cosas para que estas dos queridas amigas nuestras pueden ir cumpliendo su itinerario entre los Oratorios. En cosa de un año tendremos un mapa muy completo de la realidad y necesidades de los Oratorios así como las posibilidades de crecimiento sin falsas expectativas pero también sin complejos.

De los videos interactivos les comento que el balance no podría ser mejor. Han sido acogidos y seguidos con entusiasmo y han dado resultados que alientan mucho. En los mensajes que recibo la expresión más usada suele ser: “¡Esto hacía falta!” Y estoy convencido de que es así: eso hacía falta.

A todos nos hacía falta “desacomplejarnos” y abrir con sencillez el corazón y la boca para hacer una oración, proponer una respuesta o recibir la interpelación de otra persona. Eso construye comunidad; eso nos edifica en virtudes como la humildad, la claridad, la tolerancia, pero sobre todo, en la capacidad de acogernos como somos. Mi propósito es llevar para diciembre uno y ojalá dos videos interactivos nuevos que sirvan para empezar con impulso el nuevo año 2005.

Hay algunos asuntos técnicos que tenemos que manejar mejor. Cada asociado debe tener de manera ordinaria su correo electrónico para que estemos conectados a través del boletín electrónico diario “Amigos en la Fe.” Esperar a unas dos o tres reuniones al mes es ya quedarnos demasiado dispersos y alejados. Así que pido a todos los que no lo han hecho que escriban un mensaje a “amigos@fraynelson.com” para que puedan ser suscritos a nuestro boletín oficial. Si no tienes modo de comunicarte a Internet, no es una obligación, pero por favor caigamos en la cuenta todos que si no usamos los medios modernos para evangelizar damos el espacio para que otros los usen para otras cosas no tan buenas ni tan sanas.

Aparte de los correos personales, cada Oratorio ha de tener su propio correo para la correspondencia oficial. Estos correos los debo crear yo en el servidor de nuestra página, FRAYNELSON.COM. No se fíen de Hotmail o de Yahoo para estos correos oficiales de los Oratorios porque la idea es que la misma cuenta de correo sirva de archivo vivo del Oratorio, es decir, que ahí queda de una vez la información, as actas, los participantes y todo, sin necesidad de duplicar funciones y tareas.

Según esto, cada Oratorio debe enviarme el nombre que escogen para su correo oficial. Por ejemplo: un Oratorio que se llame de San Juan Macías podría tener como correo: juanmacias@fraynelson.com. Lo que necesito que me envíen es el “nombre” de la cuenta porque el apellido será “fraynelson.com.” Esto debe hacerlo el secretario del Oratorio, de modo que con esa persona me ponga yo de acuerdo sobre cómo se consulta esa cuenta (se hace a través de una página web, como si fuera Latinmail o Yahoo) y qué contraseña le queda a esa cuenta.

Son detalles técnicos que necesitamos tener bien presentes para superar pronto esta parte inicial de organizar funcionamiento de Oratorios. Cuando todo esté “sobre ruedas” nos va a rendir mucho la vida y descubriremos con gozo que hemos abierto un camino que no estaba pero que ahora sí va a estar.

Amigos, los recuerdo con inmenso cariño y los llevo muy en el corazón. Me hacen inmenso bien sus oraciones y los detalles de amistad que nunca han faltado.

Me sigo encomendando a sus plegarias y con amor les envío la bendición, en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Fr. Nelson Medina, O.P.