Cuaresma en Irlanda

El camino de cuaresma es tiempo que definitivamente a mí me lleva a hacerme muchas preguntas y también a crecer en esperanza.

Miro, por ejemplo, el tema de la idolatría. O el desierto. O la tentación. O la soledad. O la oración. En fin: ¡todo lo de la cuaresma me llega muy hondo!

Esta es mi primera cuaresma en Irlanda. ¿Qué he visto? Hay un tono religioso muy tenue pero muy extendido. El miércoles de ceniza las iglesias estaban llenas. Mucha gente pide la ceniza. Algunos llevan servilletas, pañuelos u otras cosas parecidas para llevar la ceniza a sus parientes enfermos o que no pudieron ir.

En la parroquia organizamos una serie de predicaciones los lunes. El P. Prior, Fr. Adrian, me encargó de ello. Ha sido el reto más grande de predicación en inglés que he tenido hasta ahora. Apenas empecé este lunes. Muy nervioso pero también muy lleno de entusiasmo y pidiendo a Dios que me diera AMOR por las personas que asistieran. Hubo un grupito bueno: 15 personas, de ellas varias religiosas.

¿Qué me gusto de ese grupo? Las respuestas de la gente a la pregunta: ¿por qué estás aquí? Una señora decía: “Quería hacer algo concreto para la cuaresma.” Una religiosa comentaba: “Quiero amar más a Jesús, ¿y dónde y cómo mejor que a través de la Escritura?” Un señor decía: “Simplemente vi un letrero en la iglesia, y quise darme esta oportunidad.”