Semana de decisiones académicas

De vuelta de los EEUU, he tenido una semana de decisiones académicas. El Milltown Institute no es una universidad. Sin embargo, tiene plena autorización civil y eclesiástica para conferir grados de “tercer nivel” (doctorado). ¿Cómo?

En Irlanda y otros países de Europa existe un Higher Education and Training Awards Council (abreviado: HETAC; algo así como: Consejo para el Reconocimiento de la Educación y Formación Superior). Este ente estatal acredita los requerimientos y evalúa los resultados de los programas de aquellas instituciones que no son universidades, como es el caso de Milltown. El registro académico que hace el HETAC es válido para toda Europa, lo cual quiere decir que el tema registrado como tema de mi disertación doctoral queda, por decirlo así, reservado y no puede ser registrado para otra tesis doctoral en ninguna universidad o instituto de tercer nivel en Europa duarnte un cierto tiempo (seis años).

Eso en cuanto a la parte civil.

En cuanto a lo eclesiástico, lo que han hecho en Milltown, entiendo yo, es tomar las autorizaciones que tenía ese centro de estudio, cuando pertenecía a la Compañía de Jesús, y conservarlas como derecho propio para el Institute, que ya no es dirigido por los jesuitas sino por un Comité en el que participan las más numerosas y antiguas comunidades religiosas de Irlanda.

En consecuencia, como estudiante de tercer nivel (doctorado) necesito acreditar ante el HETAC que mi tema es nuevo, digno de investigación prolongada, realizable en sí mismo y posible dentro de mis condiciones académicas, culturales, de tiempo y de lenguaje. Todo eso se hace a través del mismo Instituto, y el instrumento formal es una “Application for Admission” que es lo que he estado preparando en estos días sobre la base de tres cosas: la experiencia y formación anteriores a Irlanda; los diálogos con Jack Finnegan, director de estudios de postgrado, y mis recientes entrevistas con expertos en la parte de Lonergan, que sería la más nueva.

Todo ello ha de desembocar, con el favor de Dios, en la aprobación del HETAC, que deja la vía libre a la elaboración de la tesis doctoral.