Por las calles

¿Dónde empieza la cultura? En la infancia. Junto con la leche materna (o enlatada) bebemos no sólo lo que alimentará nuestro cuerpo sino lo que alimentará nuestros sueños o temores, nuestras ilusiones o complejos.

Es bien interesante, y a menudo hermoso, ver a los niños. Y como he llegado a este otro país, tengo montañas de cosas nuevas que notar en estos chicos y en el modo en que sus papás los tratan.

Por ejemplo, me llama la atención que, en las dos semanas largas que llevo aquí, no he visto nunca a una mamá cargando a su hijo. En Colombia, y en general en Latinoamérica, es de lo más normal. ¡Cómo no recordar aquí a las sencillas campesinas de Bolivia, que acomodan maravillosamente a su bebé en un pliege de una tela grande que arropa su propio cuerpo! El niño boliviano siente a la mamá casi todo el día. La escucha de cerca, percibe el humor de su cuerpo; aprende a distinguir como por experiencia inmediata si ella está disgustada o feliz, afanada o tranquila.

Los niños aquí pronto viajan en su propio carro. Las mamás tocan poco a los hijos. No los cargan, o por lo menos no he visto que los carguen, sino el tiempo necesario o casi digo indispensable. De resto, el niño va en su cochecito donde no ve casi nunca a la mamá: ve la calle, los juguetes o los otros niños; no ve a la mamá. Tampoco la oye. Sitúese Ud. mentalmente en un coche de bebé, con su caperuza que protege del sol y la lluvia, y descubrirá que es casi imposible que el niño sienta mayor cosa la voz materna.

Esto va modelando una sociedad en la que la gente se abraza poco, en comparación con la típica expresividad latina.

Pero todo hay que tratar de mirarlo con justicia. Cuando un niño irish (irlandés) hace alguna tontería, la mamá no lo grita, no lo sacude, no lo golpea. Le habla. Le habla mucho. Los niños son tratados con un respeto inmenso no sólo por parte del Estado sino por parte de las mismas familias. El niño aprende a sosegarse no con un diluvio de caricias y mimos, tampoco con una andanada de gritos o palmadas. Eso es una lección, también.

Pienso que todos podemos y debemos aprender de todos.